lunes, 22 de agosto de 2016

La fuga de Olózaga



Salustiano Olózaga, político liberal, era presidente del Congreso de los Diputados en 1843, cuando los reaccionarios le acusaron (falsamente) de coaccionar a la joven reina Isabel II, para obligarle a firmar la disolución de las Cortes y convocar nuevas elecciones. 
Fue detenido (querían condenarle a muerte), y casualmente coincidió en la cárcel con el popular bandolero Luis Candelas, que al hablar con él se sintió solidario con la causa liberal. 
A pesar de la guardia reforzada, Candelas organizó la fuga. Proporcionó a don Salustiano una pistola y un puñado de monedas de oro. 
-Mañana, cuando salgas, les das a elegir entre la pistola y el oro.
Al salir, Olózaga hizo lo pactado:
-¡Onzas o muerte llevo!
Ni que decir tiene que eligieron las onzas de oro, y mientras los guardias se entretenían cogiendo las monedas, el político escapó.
 Olózaga acudió a la casa de su amigo, el progresista Basualdo, en la calle de la Ruda. Salustiano se puso un disfraz de labrador y acompañado del ama de llaves de Basualdo, se dirigió a la Puerta de Toledo. Allí le esperaba el guarda de una dehesa de Illescas quien le llevó hasta Leganés. En Leganés le presentaron a un viejo contrabandista llamado El Fraile, que fue quien le acompañó hasta cruzar la frontera de Portugal.


1 comentario:

Jorge dijo...

La referencia es bastante aproximada, pero yerra en la fecha: No fue en 1843, sino cuando ambos --Candelas y Olózaga-- eran jóvenes, en 1831, tal como se puede leer en las biografías más fundamentadas de Luis Candelas ( y en "el precoz demagogo" de Aurelio Mantilla, sobre el propio Olózaga). Hay otra simple razón para darse cuenta del error: Candelas mal pudo ayudarlo a escapar cuando todos sus biografías coinciden en el año de su muerte: 1837.
Saludos cordiales
Jorge