En este agraciado balcón de la glorieta de San Bernardo se reflejaba un árbol, parecía estar allí dentro, como si la calle fuera casa y la casa la calle.
Foto: C. Osorio.
viernes, 18 de septiembre de 2009
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2 comentarios:
Genial punto de vista :)
Hermosa fotografía.
Cambio de papeles gracias al reflejo.
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